El líder sindical que podría complicar el paro de transporte del 30 de octubre

Publicado: 18 / 10 /2024
Roberto Fernández, el líder de la UTA, ante la Casa Rosada
Roberto Fernández, el líder de la UTA, ante la Casa Rosada

En el seno de una Argentina atravesada por tensiones políticas y sociales, resuena una pregunta en el ámbito sindical del transporte: ¿cederá Roberto Fernández, líder influyente de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), a las demandas del paro? Con el 30 de octubre en el horizonte, el debate se intensifica. La postura de Fernández, quien mantiene las negociaciones salariales en pie, podría, sin embargo, inclinarse gracias a una presión significativa desde la Casa Rosada, que busca que los colectivos sigan en funcionamiento. Este respaldo oficial podría ser crucial en las decisiones del sindicato.

A la luz de la reciente formación de la Mesa Nacional del Transporte —un conglomerado que abarca sectores clave desde colectiveros hasta ferroviarios—, la UTA emerge como un factor decisivo. Con figuras como Pablo Moyano y Omar Pérez empujando una agenda de protesta colectiva, Fernández busca maniobrar hábilmente para cerrar un acuerdo salarial antes de la fecha estipulada de la conciliación obligatoria, fijada para el 29 de este mes. Si Fernández logra un avance, podría evitar unirse al paro nacional, otorgando un respiro al Gobierno y restando fuerza a la huelga.

Mario Calegari, de la UTA (segundo desde la izquierda), con el resto de los dirigentes de la Mesa Nacional del Transporte
Mario Calegari, de la UTA (segundo desde la izquierda), con el resto de los dirigentes de la Mesa Nacional del Transporte

Roberto Fernández, un peronista reconocido por su perfil negociador y su habilidad para dialogar con administraciones de variados colores políticos, enfrenta en la actualidad una de sus decisiones más trascendentales. Desde su asunción en 2006, tras la salida de Juan Manuel Palacios, la presencia de Fernández en la UTA ha sido constante, caracterizada por una firmeza en sus postulados que rara vez ha sido desafiada de manera efectiva.

Su relación compleja con el moyanismo, evidenciada por su negativa a integrar la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, ha llevado a Fernández a encabezar la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte, robándole protagonismo al clan Moyano. En un escenario nacional turbulento, Fernández se alía, incluso, con antiguos rivales dentro de la nueva Mesa Nacional del Transporte, en un gesto estratégico que reconfigura el mapa sindical.

La estación Once, sin colectivos por un paro de la UTA (Foto Adrián Escandar)
La estación Once, sin colectivos por un paro de la UTA (Foto Adrián Escandar)

La historia de la UTA, bajo su liderazgo, ha sido también la historia de una estructura sindical férrea, donde las elecciones exigen una representación nacional que elimina prácticamente cualquier posibilidad de competencia real. Esta situación, a pesar de sus inconvenientes, le ha permitido a Fernández mantener un control casi absoluto sobre el sindicato, una posición que la ruptura interna registrada con los metrodelegados ha puesto en cuestión.

Los conflictos con la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro, surgida en 2009, destacan la constante tensión entre la UTA y los metrodelegados, quienes, a pesar de las luchas, han mantenido su inscripcionalidad gremial sin alcanzar la tan buscada personería. En un giro inesperado, durante los últimos días de Cristina Kirchner en el poder, se les otorgó la personería gremial, aunque un fallo de la Corte Suprema en 2018 revocó esa decisión, dejando la cuestión aún abierta.

Los Metrodelegados, enemigos declarados de la UTA (Foto NA)
Los Metrodelegados, enemigos declarados de la UTA (Foto NA)

Ahora, bajo un nuevo marco político, la lucha por la representatividad sindical podría desembocar en una nueva compulsa, una decisión arriesgada que inquieta tanto a la UTA como a la administración porteña. Fernández, quien siempre ha encontrado formas de sortear las tormentas políticas, cuenta esta vez con un respaldo discreto pero decisivo de la CGT, que busca evitar un enfrentamiento directo con el Gobierno. En su embestida por mantener la estabilidad y asegurar un aumento salarial, Roberto Fernández se prepara para enfrentar un combate decisivo y definitorio para el futuro inmediato del transporte en Argentina.

Opositores a Roberto Fernández intentaron tomar el edificio de la UTA en diciembre de 2019
Opositores a Roberto Fernández intentaron tomar el edificio de la UTA en diciembre de 2019

Con su mandato hasta 2026 asegurado y una experiencia extensa en batallas sindicales, Fernández no solo se enfrenta a desafíos internos, sino también a un nuevo panorama político bajo la administración de Javier Milei. Sin embargo, con aliados potenciales en sectores moderados de la CGT, el líder de la UTA podría encontrar un terreno sólido para navegar las agitadas aguas del presente, evitando el paro del 30 de octubre y asegurando así su posición como un pilar del sindicalismo argentino.



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